19 septiembre, 2024

 

Portugal enfrenta una de sus peores crisis de incendios forestales en décadas, con más de 10 mil hectáreas arrasadas y un saldo trágico de siete personas fallecidas. Entre los muertos se encuentran tres bomberos, dos mujeres y un hombre, que quedaron atrapados por las llamas mientras combatían el fuego en la región de Viseu, al norte del país. Otros dos individuos perdieron la vida por crisis cardíacas, y un bombero voluntario falleció tras sufrir un colapso durante un descanso.

 

Más de 3 mil 700 bomberos y cerca de mil vehículos han sido movilizados para combatir los incendios que se propagan rápidamente debido a los fuertes vientos y temperaturas que superan los 30 ºC. En respuesta a la gravedad de la situación, Portugal ha solicitado ayuda internacional, recibiendo apoyo de España, que envió dos aviones Canadair, y la llegada de equipos de Francia, Italia y Grecia se espera en las próximas horas.

 

 

Las llamas han afectado especialmente a la región de Aveiro, destruyendo aldeas y tierras agrícolas. En el pueblo de Busturenga, una residente de 82 años, Ribeiro, relató con lágrimas que todas sus tierras fueron arrasadas, aunque su casa se salvó. “Tuvimos mucho miedo… nadie vino a socorrernos“, expresó.

 

El país se encuentra en “alerta máxima” desde el fin de semana debido a las altas temperaturas y los vientos que han favorecido la propagación del fuego. Hasta el momento, 40 personas han resultado heridas, incluyendo 33 bomberos.

 

 

 

Los expertos señalan que el aumento en la frecuencia e intensidad de las olas de calor, como las que enfrenta Portugal, son consecuencia del cambio climático, que está afectando severamente a la Península Ibérica.