El Senado de la República tiene una tarea crucial por delante. Con la entrada en vigor de la Reforma Judicial este 16 de septiembre, comenzó la cuenta regresiva de 30 días para que la Cámara Alta emita la convocatoria que abrirá el proceso de elección de 849 ministros, magistrados y jueces que desempeñarán roles clave en el sistema de justicia mexicano.
Este proceso marcará un cambio sin precedentes, ya que será la primera vez que en México, todos los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) serán seleccionados mediante una elección extraordinaria, programada para junio de 2025.
¿Qué dice la Reforma Judicial?
La reforma, publicada en el Diario Oficial de la Federación el pasado domingo, establece nuevas disposiciones constitucionales que cambian la forma en que se eligen los ministros, magistrados y jueces en México. De acuerdo con el decreto, el Senado tiene hasta el 16 de octubre de 2024 para emitir la convocatoria oficial y comenzar el proceso de selección de los nuevos integrantes del Poder Judicial. Este proceso cubrirá los cargos de:
- Nueve ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)
- Dos magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)
- 15 magistrados de las salas regionales del TEPJF
- Cinco magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial
- 443 magistrados de circuito
- 375 jueces de distrito
La convocatoria especificará los detalles del proceso de elección y la duración de los mandatos para los nuevos ministros de la Corte, los cuales oscilarán entre ocho y once años, dependiendo de la votación que cada uno obtenga en las urnas en junio de 2025.
¿Qué cambia con esta reforma?
Hasta antes de la reforma, los ministros de la Suprema Corte y los magistrados eran seleccionados a través de un proceso más cerrado, en el que el Senado y el Presidente de la República jugaban un papel predominante, pero la nueva legislación cambia las reglas del juego.
Ahora los jueces, magistrados y ministros serán elegidos por voto popular, un proceso que el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, calificó como “histórico” y que coloca a México como el primer país en el mundo en implementar este tipo de elecciones en el sistema judicial.
“La reforma judicial es un símbolo de independencia y democracia”, expresó Fernández Noroña. “Somos el primer país en el mundo que va a elegir a todas las personas juzgadoras; no es cosa menor, no hay otro que haga lo que nosotros vamos a hacer”, añadió durante una conferencia de prensa, en la que celebró la publicación del decreto.
Criterios de selección
La reforma también introduce una serie de criterios estrictos que los aspirantes deberán cumplir para poder postularse como ministros de la SCJN. Entre los requisitos están:
- Ser ciudadano mexicano por nacimiento.
- Estar en pleno ejercicio de sus derechos políticos y civiles.
- Tener al menos 35 años el día de la designación.
- Contar con un promedio mínimo de 8.0 en la carrera de derecho y 9.0 en materias relacionadas con la función de juzgador.
- Poseer buena reputación y no haber sido condenado por delitos graves.
Estos nuevos requisitos se suman a la condición de no haber desempeñado roles como secretario de Estado, fiscal general de la República, senador, diputado federal o gobernador durante el año previo a la convocatoria. Este último punto impide que figuras como los exdiputados Hamlet Almaguer y Juan Ramiro Robledo puedan participar en el proceso, ya que concluyeron sus cargos el pasado 31 de agosto.
¿Qué pasa con los magistrados y jueces en funciones?
La reforma contempla que aquellos magistrados y jueces que actualmente ocupen cargos en la SCJN, el TEPJF y otros tribunales judiciales puedan participar en el proceso de elección, salvo que expresen su declinación antes del cierre de la convocatoria. Esta disposición busca garantizar la continuidad y experiencia de aquellos juzgadores que ya han demostrado su capacidad, siempre y cuando cumplan con los nuevos criterios establecidos por la ley.
No obstante, la magistrada Janine Otálora y el magistrado Reyes Rodríguez, quienes actualmente forman parte de la Sala Superior del TEPJF, ya han anunciado que no buscarán extender sus periodos y concluirán sus mandatos en octubre de 2025 y 2024, respectivamente.
La polémica en torno a la reforma
A pesar de la celebración de algunos sectores, la Reforma Judicial ha sido motivo de controversia. Alejandro Moreno, senador y líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha sido uno de los más críticos de la reforma, calificándola como una “amenaza” al sistema de justicia y a la división de poderes en México.
“El PRI dará la batalla para defender al pueblo”, expresó Moreno. “Con esta reforma, estamos perdiendo uno de los pilares fundamentales de nuestra democracia: la independencia del Poder Judicial. Esto es un retroceso”, afirmó.
Asimismo, el líder del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, se mostró en contra de la reforma, argumentando que los cambios propuestos abren la puerta a la politización del sistema de justicia. “En estos tiempos difíciles de regresión, seguiremos siendo un partido de oposición que cuestione al régimen en turno y defienda los valores democráticos de este país”, expresó Cortés.
Por su parte, la Asociación Nacional de Magistrados y Jueces ha manifestado su preocupación por los posibles impactos de la reforma en la independencia judicial. Aunque reconocen la necesidad de cambios en el sistema, consideran que la elección popular de los ministros podría someter a los jueces a presiones políticas.
¿Qué sigue?
Con la reforma en marcha, el Senado tiene hasta mediados de octubre para emitir la convocatoria oficial, que incluirá los detalles del proceso de selección y la duración de los mandatos. Posteriormente, se espera que los aspirantes se registren, cumpliendo con los requisitos establecidos, para participar en las elecciones extraordinarias de junio de 2025.
Este proceso sentará un precedente en la historia de México y el mundo, donde la elección de jueces y magistrados por voto popular es un experimento inédito. La expectativa es alta, tanto por parte de los defensores de la reforma como de sus críticos, quienes estarán atentos a la forma en que este nuevo sistema impactará en la calidad e independencia de la justicia en el país.
El camino hacia una nueva Suprema Corte y un renovado Poder Judicial está en marcha. Las próximas semanas serán clave para definir el panorama político y judicial de México, y las decisiones que se tomen en el Senado marcarán un antes y un después en la historia del sistema de justicia.