El deslave en San Luis Ayucan, Jilotzingo, Estado de México, ha dejado un saldo trágico de cuatro personas fallecidas y aún se reportan cinco desaparecidos. La tragedia ocurrió el pasado viernes cuando un cerro se desgajó, afectando 15 viviendas y obligando a evacuar a 60 hogares, incidente que dejó a 150 personas sin techo y que fueron trasladadas a un albergue habilitado en la iglesia local.
Entre las víctimas se encuentra un menor de dos años y una bebé de tres meses, cuyos cuerpos fueron rescatados de los escombros. En la zona, los equipos de rescate siguen trabajando contrarreloj en la búsqueda de los desaparecidos, incluyendo a Fabián Solano, un albañil de 51 años que estaba trabajando en una vivienda en el barrio Las Manzanas cuando ocurrió el deslave. Su familia, devastada por la pérdida de su hogar y sin noticias de él, teme lo peor: “Tenemos la sospecha de que está bajo los escombros”, comentó Mariela Lozano, esposa de Fabián.
El deslave no solo afectó a las personas, también ha impactado a la fauna local. Paula Andrea Gómez, directora de un refugio de animales, ha organizado una red de apoyo para rescatar a los animales afectados. “Nos han reportado gallos, gallinas, patos y perros atrapados en el desastre”, explicó Paula, quien lamenta que la mayoría de los animales en la zona del deslave no hayan sobrevivido.
Las labores de rescate continúan con la participación de 450 elementos, entre soldados, marinos, guardias nacionales y personal de las secretarías estatales de Salud y Gobierno del Estado de México. Las autoridades han señalado que además del desgajamiento principal, ha habido otros cuatro deslaves en la región, lo que ha complicado las tareas de rescate.
La situación en San Luis Ayucan es crítica, y aunque las autoridades han implementado medidas de emergencia, las familias afectadas siguen esperando noticias de sus seres queridos y buscan reconstruir sus vidas. Mientras tanto, la comunidad se une para ayudar a los damnificados, como Margarita López, quien busca a su padre de 62 años, desaparecido tras el deslave. “No sabemos si estaba en su casa o en algún otro sitio cuando ocurrió”, comentó angustiada.
La zona afectada sigue siendo monitoreada por las autoridades ante el riesgo de nuevos deslaves, mientras las tareas de búsqueda y rescate continúan.