22 noviembre, 2024

 

El Instituto Nacional Electoral (INE) ha dado un golpe inesperado al Partido Revolucionario Institucional (PRI) al invalidar las reformas que permitieron la reelección de su actual líder, Alejandro “Alito” Moreno. Con una votación dividida, de siete votos a favor y cuatro en contra, el INE determinó que las modificaciones a los estatutos del PRI, aprobadas el 7 de julio de 2024, se realizaron fuera del plazo legal establecido por la Ley General de Partidos Políticos. Estas reformas habían permitido a Moreno extender su mandato como presidente del partido hasta 2028, decisión que ahora queda en entredicho.

¿Qué ocurrió durante la sesión del INE?

Durante la sesión del Consejo General del INE, presidida por Guadalupe Taddei, se discutió ampliamente la legalidad de las reformas estatutarias del PRI. La mayoría de los consejeros coincidió en que las modificaciones se realizaron mientras aún no había concluido el proceso electoral 2023-2024, lo cual contraviene el artículo 34 de la Ley General de Partidos Políticos, que prohíbe cambios en los documentos básicos de los partidos durante un proceso electoral.

 

 

Dania Ravel, consejera del INE, argumentó que permitir cambios a los estatutos en ese contexto crea un precedente peligroso: “Aceptar estas modificaciones abriría la puerta para que cualquier partido pudiera alterar sus reglas internas en momentos clave, lo que afectaría la certeza y transparencia de los procesos electorales”.

 

Por su parte, Guadalupe Taddei, presidenta del INE, fue una de las voces en contra de la invalidez de las reformas. Taddei expresó su preocupación sobre las consecuencias de esta decisión: “No se da certeza al PRI sobre qué ocurrirá con todos los actos jurídicos que ya realizó, encaminados a discutir y aprobar sus documentos básicos”.

 

Reacciones dentro del PRI: ¿Se avecina una nueva crisis?

Tras conocerse la resolución del INE, varios expresidentes del PRI, entre ellos Dulce María Sauri, Enrique Ochoa Reza y Manlio Fabio Beltrones, emitieron un comunicado conjunto exigiendo que Alejandro Moreno deje la dirigencia del partido. “Alito Moreno ya no es presidente nacional del PRI y debe abandonar el cargo”, sentenciaron, haciendo un llamado a la formación de una dirigencia provisional elegida por el Consejo Político Nacional.

 

En este sentido, Dulce María Sauri declaró: “El PRI tiene una larga tradición antirreeleccionista, y no podemos permitir que un líder trate de perpetuarse en el poder bajo una maniobra estatutaria fuera de tiempo”. Manlio Fabio Beltrones fue aún más categórico, afirmando que Moreno ha utilizado su posición para fortalecer su liderazgo personal por encima de los intereses del partido.

 

 

A pesar de estas críticas, Alito Moreno ha decidido no quedarse de brazos cruzados. En un comunicado, Moreno anunció que impugnará la resolución del INE ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), defendiendo la legitimidad de las reformas aprobadas en la Asamblea Nacional del PRI. “Si bien respetamos la decisión, no la compartimos. Existen criterios aprobados por la Sala Superior que legitiman nuestras decisiones internas”, declaró en la red social X (anteriormente Twitter).

Apoyo y oposición interna: ¿cómo reaccionaron los priistas?

El respaldo a Alejandro Moreno no ha sido insignificante. En redes sociales, varios líderes y comités estatales del PRI, como los de Yucatán, Tabasco y Guerrero, manifestaron su apoyo al dirigente, destacando que su liderazgo ha sido clave para mantener la relevancia del partido en momentos difíciles. Marcela Guerra, vicecoordinadora de los diputados del PRI, defendió a Moreno, afirmando: “Esta resolución afecta profundamente al partido en un momento crítico. Necesitamos estabilidad, no divisiones internas”.

 

 

A pesar de estos apoyos, el futuro de Moreno dentro del PRI sigue siendo incierto. Pablo Angulo, secretario técnico del Consejo Político Nacional del PRI, comentó que, aunque la impugnación es un camino válido, “el partido debe prepararse para todas las eventualidades, incluyendo la posible convocatoria de una dirigencia provisional”.

¿Qué sigue para el PRI?

El INE no ha tomado una postura definitiva sobre la permanencia de Alejandro Moreno al frente del partido, ya que esta decisión corresponde al Tribunal Electoral. No obstante, la invalidez de las reformas estatutarias abre la posibilidad de que se designe una nueva dirigencia. Si el Tribunal Electoral ratifica la decisión del INE, el Consejo Político Nacional del PRI tendría que convocar una asamblea para elegir a una nueva dirigencia.

 

Sin embargo, esto no será un proceso sencillo. Dania Ravel, quien votó a favor de invalidar las reformas, comentó: “El PRI debe ajustarse a los plazos y procedimientos establecidos en la ley. Cualquier cambio que realicen en sus documentos debe respetar el marco jurídico vigente”. Esta declaración refuerza la idea de que el PRI enfrenta una larga batalla legal antes de resolver su situación interna.

 

Por otro lado, si el TEPJF decide validar las reformas, Moreno podría continuar al frente del partido hasta 2028, consolidando su poder dentro del PRI. Este escenario, aunque posible, generaría aún más divisiones dentro del partido, ya que los expresidentes y otros líderes han manifestado su intención de evitar la perpetuación de Moreno en la dirigencia.

 

¿Qué implicaciones tiene esto para el futuro del PRI?

La invalidación de la reelección de Alejandro Moreno llega en un momento crucial para el PRI, ya que el partido busca redefinir su papel en el panorama político mexicano tras los resultados de las elecciones de 2024. Los analistas políticos han señalado que esta crisis interna podría debilitar aún más al partido, que ha visto una disminución en su apoyo popular en los últimos años.

 

El politólogo Rubén Aguilar comentó: “El PRI está atravesando por una de sus peores crisis internas desde su fundación. Si no logran resolver sus diferencias de manera rápida y eficaz, corren el riesgo de volverse irrelevantes en el panorama político”. Aguilar también destacó la importancia de una renovación generacional dentro del partido: “El PRI necesita nuevos liderazgos que puedan conectar con una ciudadanía cada vez más desencantada con la política tradicional”.

 

Por su parte, la analista Denisse Dresser señaló que la invalidación de las reformas estatutarias podría ser una oportunidad para que el PRI se reorganice y recupere su credibilidad. “El partido tiene una oportunidad única para demostrar que sigue siendo relevante y que puede adaptarse a las nuevas exigencias de la ciudadanía. La clave estará en cómo manejen este proceso interno”.

El futuro de Alejandro Moreno al frente del PRI pende de un hilo tras la resolución del INE. Si bien cuenta con el apoyo de algunos líderes y militantes, la presión interna para que abandone la dirigencia es fuerte. La decisión final recaerá en el Tribunal Electoral, pero lo que está claro es que el PRI se enfrenta a una encrucijada. En los próximos meses, veremos si el partido logra resolver sus conflictos internos o si esta crisis marcará el inicio de una nueva etapa de decadencia política para una de las instituciones más emblemáticas de México.