22 noviembre, 2024

 

En la Ciudad de México el bienestar y la transformación de los espacios públicos han tomado un giro significativo con la aprobación de la Reforma a la Constitución de la Ciudad de México, que establece los Programas de Mejoramiento Barrial como un derecho. Esta reforma, impulsada por el Jefe de Gobierno Martí Batres Guadarrama, busca garantizar el acceso de las comunidades a un entorno urbano más amigable, sustentable y seguro con la participación activa de los vecinos en la planeación y ejecución de proyectos.

 

Batres Guadarrama destacó la importancia de esta reforma: “El espacio público es esencial para la construcción del tejido comunitario y social. No es solo cuestión de recuperar un parque o una plaza, es devolverle a la gente la posibilidad de reunirse, de convivir y de decidir sobre su entorno”, comentó.

 

Uno de los logros más visibles de su gestión ha sido la peatonalización del Zócalo de la Ciudad de México, un espacio emblemático que ha sido devuelto a los peatones, ciclistas, familias y turistas. Según Batres, este tipo de iniciativas refleja la filosofía del Programa de Mejoramiento Barrial, donde el principal objetivo es generar un impacto positivo en la vida cotidiana de los ciudadanos.

 

Participación ciudadana: Clave en la implementación

Uno de los aspectos más destacados de este programa es la participación activa de las comunidades en el diseño y ejecución de los proyectos. A diferencia de otras obras gubernamentales que son planeadas desde despachos, los proyectos del Mejoramiento Barrial surgen directamente de los vecinos. “Esto le agrega un valor único, porque no solo se transforma el espacio, sino que la comunidad se involucra, se une y se empodera”, afirmó Batres.

 

El secretario de Bienestar e Igualdad Social, Juan Gerardo López Hernández, también subrayó la importancia de este programa para fortalecer el tejido social. “Este programa no es solo para embellecer la ciudad, es para unir a las comunidades, para que cada barrio, colonia o pueblo sienta que su voz cuenta. Es una herramienta que democratiza el acceso al bienestar urbano”, mencionó.

 

Hasta el momento, el programa ha apoyado 155 proyectos en diversas alcaldías, con una inversión de 150 millones de pesos, y se espera que esta cifra continúe en aumento gracias al apoyo del gobierno local. Desde Álvaro Obregón hasta Xochimilco, las comunidades han presentado propuestas que van desde la rehabilitación de parques hasta la construcción de espacios culturales.

 

Proyectos emblemáticos de Mejoramiento Barrial

Algunos de los proyectos más destacados que ya se han completado incluyen la renovación de la Plaza Giordano Bruno, un espacio ubicado en una zona conflictiva que, gracias al trabajo conjunto de vecinos y gobierno, ha sido transformado en un lugar seguro y acogedor. Otro ejemplo es el Frontón El Momo, en San Juan Ixtayopan, donde se rehabilitó un espacio deportivo emblemático para los jóvenes del pueblo originario.

 

Martí Batres también hizo referencia al Parque del Niño Quemado en el Peñón de los Baños, un barrio con gran valor histórico. Esta obra fue un esfuerzo conjunto entre el gobierno y las pequeñas empresas locales, lo que permitió su rehabilitación con un presupuesto ajustado pero con grandes resultados.

 

Cada proyecto tiene su propia historia y reflejan la diversidad de necesidades en la ciudad. Desde la colonia Federal, donde se rehabilitó un parque para el uso diario de sus habitantes, hasta el Barrio La Cruz en Gustavo A. Madero, que recibió un reconocimiento internacional por su esfuerzo comunitario en la mejora del espacio urbano.

 

Impacto de la reforma en la vida cotidiana

Con esta reforma, los Programas de Mejoramiento Barrial dejan de ser iniciativas pasajeras o dependientes de cada administración y se convierten en un derecho constitucional. Esto garantiza que, independientemente de los cambios en el gobierno, las comunidades tendrán acceso continuo a los recursos necesarios para mejorar sus espacios.

 

El artículo 16 de la Constitución de la Ciudad de México, establece ahora que el gobierno local debe crear y mantener programas que promuevan un entorno urbano amigable, sustentable, digno e incluyente. Asimismo, se asegura la participación ciudadana en el diseño y ejecución de los proyectos, un paso fundamental hacia la democracia participativa.

 

Batres enfatizó que convertir estos programas en derechos es una de las mayores conquistas sociales de su administración. “Un programa puede cambiar, desaparecer o reducirse, pero un derecho es permanente. Esto garantiza que la ciudadanía siga participando activamente en la transformación de su entorno, sin importar quién esté al frente del gobierno”, explicó.

 

Reformas complementarias

Además de esta reforma, la administración de Martí Batres ha impulsado otras medidas importantes para proteger el bienestar de los ciudadanos, como la regulación de los aumentos en las rentas. Según Batres, esta reforma social busca evitar que las familias más vulnerables destinen una gran parte de sus ingresos al pago de alquileres que suben descontroladamente. A partir de ahora, los aumentos estarán limitados al índice inflacionario, brindando mayor estabilidad económica a los inquilinos.

 

 

En el ámbito nacional, Batres también se refirió a las reformas constitucionales impulsadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que incluyen la construcción de vivienda de bajo costo y la protección de los salarios mínimos, asegurando que estos siempre aumenten por encima de la inflación.

 

A pesar de que su mandato está por concluir, Martí Batres expresó su confianza en que el Programa de Mejoramiento Barrial seguirá creciendo bajo la próxima administración, liderada por Clara Brugada. “Este gobierno es muy sensible a las necesidades de la comunidad y estoy seguro de que continuará impulsando estas iniciativas desde abajo, con la participación activa de los ciudadanos”, concluyó Batres.

 

En palabras de Juan Gerardo López Hernández, el Mejoramiento Barrial no solo deja obras físicas, sino que también fortalece la convicción y la unidad de las comunidades. “Este programa es un ejemplo de cómo la democracia participativa puede mejorar la vida de las personas, y con su inclusión en la Constitución, hemos dado un paso importante hacia una ciudad más justa y equitativa”, agregó.

 

El Programa de Mejoramiento Barrial ya es un derecho en la Ciudad de México, y su impacto en los barrios y colonias de la capital es una muestra de cómo la participación ciudadana puede transformar el espacio urbano y fortalecer el tejido social.