19 septiembre, 2024

 

En una tensa jornada, la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto Nacional Electoral (INE) rechazó las modificaciones a los estatutos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que permitirían la reelección de Alejandro Moreno, también conocido como “Alito”, para asumir la dirección nacional del partido. Con tres votos en contra y dos a favor, la decisión generó un intenso debate tanto dentro como fuera del ámbito político, y ha puesto en riesgo las aspiraciones de Moreno para continuar al frente del PRI.

Voto en contra en medio de la polémica

La resolución de la comisión fue clara: los cambios que el PRI realizó a sus documentos básicos, incluyendo los estatutos que permitirían la reelección de su dirigente, se llevaron a cabo fuera del periodo permitido por la ley. Las consejerías de Dania Ravel, Uuc-kib Espadas y Arturo Castillo votaron en contra de la propuesta, argumentando que las reformas fueron implementadas mientras aún estaba en curso el proceso electoral, lo cual está explícitamente prohibido por la normativa vigente.

 

“El proceso de reforma de los documentos básicos del PRI concluyó cuando todavía estaba vigente la etapa de resultados y calificación de la elección,” señaló Arturo Castillo durante la sesión. Por su parte, Uuc-kib Espadas añadió que “no se debe admitir una reforma hecha en tiempos expresamente vedados por la ley”.

Uno de los puntos centrales en el rechazo fue el incumplimiento de los plazos legales. Según la Ley General de Partidos Políticos, las modificaciones a los documentos básicos de un partido no pueden realizarse mientras esté en curso un proceso electoral. En este caso, el PRI realizó los ajustes en julio, cuando aún no se habían concluido todas las etapas del proceso electoral del 2024.

 

 

“No podemos validar cambios a los estatutos que claramente se realizaron fuera del periodo permitido,” subrayó Dania Ravel, quien además criticó al PRI por no haber cumplido durante tres años con las reformas en materia de violencia política de género y paridad sustantiva. “Este partido llevaba casi tres años sin cumplir con las modificaciones necesarias en materia de prevención de la violencia política y más de un año en paridad sustantiva,” agregó.

 

El consejero Arturo Castillo también se sumó a las críticas, destacando que “los precedentes de la Sala Superior del Tribunal Electoral son claros al establecer que no se pueden hacer modificaciones a los documentos básicos durante un proceso electoral.”

Voces a favor y en contra

A pesar de la negativa de la mayoría de los consejeros, dos integrantes de la comisión, Norma de la Cruz Magaña y Carla Humphrey, votaron a favor del proyecto que permitiría validar las modificaciones hechas por el PRI. “No podemos hacer un pronunciamiento de fondo sobre la legalidad de las reformas, ya que se invalidarían simplemente por no haber cumplido con los tiempos establecidos,” argumentó Carla Humphrey.

 

No obstante, el peso de los tres votos en contra dejó en claro que las reformas realizadas por el PRI no pasarán sin un ajuste legal. El proyecto deberá ser modificado y revisado nuevamente en la próxima sesión del Consejo General del INE, donde se decidirá el destino final de estas reformas y, con ellas, el futuro de Alejandro Moreno como líder del partido.

 

Alejandro Moreno: “No me van a presionar”

Ante el rechazo de la comisión del INE, Alejandro Moreno no tardó en pronunciarse. En un discurso firme, Moreno denunció lo que describió como una campaña de “presiones y chantajes” por parte del gobierno federal y Morena, que según él, buscan influir en los senadores opositores y debilitar su liderazgo en el PRI.

 

“A mí no me van a presionar, ni con la presidencia del PRI ni por cualquier denuncia o amenaza. Vamos a votar en contra de la reforma judicial,” declaró en el Senado. “Estas maniobras son claras. Quieren doblegar a la oposición, pero no lo lograrán,” agregó Moreno, visiblemente molesto por la situación.

 

Según Moreno, las presiones se han extendido a otros miembros del Senado, incluyendo al senador de Movimiento Ciudadano Daniel Barrera, a quien, de acuerdo con el dirigente priista, “han intentado coaccionar para que se alinee con la mayoría oficialista”.

 

Contexto político e implicaciones

La discusión sobre la reelección de Alejandro Moreno no ocurre en un vacío. En las últimas semanas, el escenario político ha estado marcado por la polémica en torno a la reforma judicial, que ha sido aprobada en medio de acusaciones de corrupción y manipulación política. Para Moreno, las decisiones del INE y el avance de esta reforma están vinculadas: “Lo que estamos viendo es un intento claro de controlar todas las instituciones, desde la Suprema Corte hasta los partidos de oposición,” afirmó.

 

Este rechazo también deja en evidencia las tensiones internas del PRI. Mientras una parte del partido busca renovar su liderazgo y adaptarse a las nuevas demandas sociales, otra facción, encabezada por Moreno, intenta mantener el control a través de reformas que permitan su continuidad al frente del partido. Esta división interna ha generado incertidumbre sobre el futuro del PRI y su papel en el escenario político de cara a las elecciones del 2027.

Lo que sigue para el PRI y Moreno

Con la invalidación de las reformas a los estatutos, Alejandro Moreno enfrenta un panorama complicado. La falta de aprobación por parte del INE significa que, por el momento, no podrá buscar la reelección como dirigente del PRI, lo que pone en duda su capacidad para liderar al partido en las próximas elecciones.

 

A nivel interno, el PRI deberá resolver si busca una nueva Asamblea Nacional para discutir las reformas o si acata la decisión del INE y permite que se lleve a cabo un proceso de elección interna para elegir a un nuevo dirigente. Sea cual sea el camino que elijan, el futuro del partido depende de la capacidad de sus líderes para adaptarse a las nuevas reglas del juego político.

“El PRI debe tomar una decisión clara y firme sobre su futuro,” comentó el analista político Jorge Suárez. “Si el partido continúa apostando por liderazgos tradicionales, corre el riesgo de perder relevancia en un entorno político que está cambiando rápidamente.”

 

La decisión de la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE ha dejado claro que no se permitirán reformas fuera de los tiempos legales, incluso para un partido con la trayectoria del PRI. Este rechazo ha puesto en jaque las aspiraciones de Alejandro Moreno y ha dejado al partido en una encrucijada: ¿renovar su liderazgo o intentar forzar un nuevo proceso de reforma?

 

Mientras tanto, la batalla política continúa, y el PRI, como uno de los partidos históricos de México, deberá adaptarse a las nuevas realidades políticas si quiere mantenerse vigente en las próximas elecciones.