La Alcaldía Xochimilco fue escenario de un evento trascendental, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, anunció la firma de convenios de ordenamiento territorial que beneficiarán a más de 7 mil familias de 40 asentamientos en esta histórica demarcación. Este acto marca un paso significativo hacia la regularización de la tierra y la seguridad jurídica para miles de ciudadanos que por años han vivido en incertidumbre sobre la propiedad de sus terrenos.
La firma de estos convenios no es solo un trámite administrativo, representa una deuda histórica con las familias que han luchado durante décadas para obtener la certeza jurídica sobre sus propiedades. Batres Guadarrama destacó la importancia de este proceso, resaltando que, lejos de quitar propiedades, el gobierno está trabajando para otorgar seguridad y reconocimiento a los propietarios.
“Lo que hemos hecho en estos años es proteger y reconocer la propiedad de las familias. Hoy damos un paso hacia la plena certeza jurídica de las familias de 40 asentamientos consolidados,” afirmó Batres Guadarrama.
El jefe de gobierno subrayó que en su administración se han entregado títulos de propiedad a más de 50 mil nuevos propietarios, reconstruido viviendas afectadas por el sismo de 2017 para 22 mil familias, y otorgado créditos para mejorar o ampliar viviendas a casi 70 mil ciudadanos. Estas cifras reflejan un compromiso firme con el bienestar de los ciudadanos y con la protección de la propiedad privada.
La directora de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (CORENADR), Columba Jazmín López Gutiérrez, también tomó la palabra, resaltando la complejidad del proceso de regularización, que no solo implica aspectos legales, sino también la conservación ambiental. Xochimilco, reconocida a nivel mundial por su patrimonio natural y cultural, enfrenta retos únicos debido a su ubicación y características geográficas.
“Este proceso no es sencillo, implica un equilibrio entre la conservación de los recursos naturales y el desarrollo humano. Todos los habitantes de los asentamientos han cumplido con labores ambientales como la reforestación, limpieza de terrenos y la creación de humedales,” señaló López Gutiérrez.
A lo largo de los últimos años, los residentes de Xochimilco han participado activamente en iniciativas de reforestación y la instalación de sistemas de captación de agua de lluvia, lo que ha sido clave para avanzar en la regularización de sus propiedades. Estas acciones no solo benefician a las familias, sino que también contribuyen a la preservación de uno de los ecosistemas más importantes de la Ciudad de México.
Papel de la Comunidad y las Autoridades
El evento contó con la presencia de autoridades locales y federales, quienes destacaron el trabajo conjunto entre el gobierno y la comunidad. La alcaldesa de Xochimilco, Juana Onésima Delgado Chávez, reconoció los esfuerzos realizados por sus predecesores para avanzar en la regularización de los asentamientos y aseguró que este logro es resultado de un trabajo continuo y comprometido.
“Este es un gran paso hacia la certeza jurídica para miles de familias en Xochimilco. No se trata solo de un acto administrativo, sino de un acto de justicia social que reconoce el derecho de las familias a la propiedad,” dijo Delgado Chávez.
Por su parte, la alcaldesa electa, Circe Camacho Bastida, recordó que el proceso de regularización no termina aquí y que aún hay miles de familias que esperan recibir el mismo apoyo. “Seguiremos luchando para que todas y todos en Xochimilco puedan tener certeza jurídica sobre sus terrenos,” afirmó.
Compromisos Ambientales y Sociales
Uno de los pilares fundamentales de estos convenios es el compromiso de los habitantes de los asentamientos de Xochimilco con la protección del medio ambiente. Batres Guadarrama señaló que la firma de estos acuerdos incluye compromisos claros, como la prohibición de nuevas construcciones, la limitación en el número de pisos permitidos en las viviendas, y la continuación de las labores de reforestación.
“Hemos llegado a cuatro compromisos clave: no hacer nuevas construcciones, no incrementar pisos en las viviendas, no construir caminos impermeables, y mantener de manera permanente las acciones de reforestación,” detalló Batres Guadarrama.
Estos compromisos reflejan una visión a largo plazo que busca equilibrar el desarrollo humano con la conservación del medio ambiente. Xochimilco, al ser una de las zonas más emblemáticas y sensibles en términos ecológicos, requiere un manejo cuidadoso y responsable, y estos acuerdos son un paso en la dirección correcta.
Justicia Social y Protección de la Propiedad
Uno de los temas más recurrentes en el evento fue la necesidad de combatir las falsedades difundidas sobre el proceso de regularización. Batres Guadarrama fue claro al desmentir los rumores que aseguraban que el gobierno estaba buscando expropiar terrenos o viviendas.
“Con la reforma a la Constitución local, hemos protegido la propiedad privada, la propiedad social y la propiedad pública. Lo que hemos hecho en estos años es reconocer el patrimonio de las familias, no quitárselo,” aclaró el jefe de gobierno.
Este acto fue celebrado no solo como un logro administrativo, sino como un acto de justicia social. Las familias que por décadas han vivido en asentamientos irregulares finalmente ven la luz al final del túnel, sabiendo que ahora cuentan con el respaldo legal que garantiza su derecho a la propiedad.
La firma de los Convenios de Ordenamiento Territorial en Xochimilco marca un punto de inflexión para miles de familias que han vivido en la incertidumbre. Este acto, que beneficia a 7 mil familias de 40 asentamientos, es solo el comienzo de un proceso que continuará en los próximos años, buscando regularizar más asentamientos y otorgar certeza jurídica a más ciudadanos.
“Este es solo el principio. Seguiremos trabajando hasta que todas las familias de Xochimilco tengan sus títulos de propiedad y puedan decir con orgullo: ‘este es mi pedacito de tierra y aquí está mi papel que lo prueba,'” concluyó Batres Guadarrama.
El proceso de regularización en Xochimilco no solo tiene implicaciones legales, sino también sociales y ambientales. La firma de estos convenios representa un avance hacia una ciudad más justa, donde el derecho a la propiedad es respetado y protegido. Además, refuerza el compromiso del gobierno de la Ciudad de México con la conservación del medio ambiente, al mismo tiempo que se asegura el bienestar de sus habitantes.
