19 septiembre, 2024

 

El gobierno de Estados Unidos ha confiscado el avión oficial del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en una decisión que agrava las ya tensas relaciones entre Washington y Caracas. Según informes de CNN, la aeronave fue asegurada en República Dominicana y trasladada a Florida.

 

La aeronave, un jet privado Dassault Falcon 900EX valorado en 13 millones de dólares, es el equivalente venezolano del Air Force One y ha sido utilizado para varios traslados del mandatario venezolano. El Departamento de Justicia de Estados Unidos detalló que el avión fue adquirido ilegalmente a través de una empresa fantasma y sacado de contrabando de Estados Unidos para el uso de Maduro y su círculo cercano.

 

 

El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, subrayó en un comunicado que “incautar el avión del jefe de Estado extranjero es algo inaudito en asuntos penales”, lo que resalta la gravedad de la situación. Este acto, según funcionarios estadounidenses, envía un mensaje claro de quenadie está por encima de la ley, nadie está por encima del alcance de las sanciones estadounidenses”.

 

La incautación del avión se produce en un contexto de creciente presión internacional sobre el gobierno de Maduro, especialmente después de las controvertidas elecciones del 28 de julio, en las que fue proclamado ganador para un tercer mandato de seis años. La oposición venezolana afirmó que ganó las elecciones por una mayoría aplastante, pero el gobierno de Maduro no ha publicado un recuento de votos que legitime su victoria, lo que ha llevado a Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos a no reconocer los resultados.

 

 

Desde 2005, Washington ha impuesto sanciones a Venezuela, las cuales se han endurecido bajo la administración de Trump y continuado en las posteriores, en respuesta a las violaciones de derechos humanos y la corrupción del gobierno de Maduro. La incautación de este avión marca un nuevo capítulo en la creciente confrontación entre ambos países.