El PAN, el PRI y Movimiento Ciudadano han anunciado que llevarán a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) su inconformidad con el reciente fallo sobre el reparto de diputaciones plurinominales. Este fallo ha sido descrito por los partidos de oposición como una decisión que no refleja la voluntad expresada por los votantes en las urnas el pasado 2 de junio, ni respeta la pluralidad política esencial en una democracia robusta.
El descontento surgió después de que la Sala Regional del TEPJF ratificara la asignación que otorga a Morena, PT y PVEM un total de 43 escaños en el Congreso de la Ciudad, dejándolos a tan solo una diputación de alcanzar la mayoría calificada necesaria para realizar cambios constitucionales significativos. Los partidos de oposición ven esto no solo como una amenaza a la diversidad política, sino también como un potencial retroceso en la calidad de la representación democrática en la capital del país.
Federico Döring, coordinador del PAN en el Congreso local, fue enfático al denunciar lo que considera una “nueva traición a la democracia”. Según Döring, el fallo es una muestra de cómo se pueden “avalar las trampas del partido de López Obrador”, en referencia a las acusaciones de manipulación del sistema electoral para favorecer a Morena. Luisa Gutiérrez, vicecoordinadora del PAN, calificó la resolución como una “verdadera traición a la democracia” y afirmó que no se quedarán de brazos cruzados ante esta situación.
Por su parte, Movimiento Ciudadano destacó que desde el inicio han denunciado irregularidades en el proceso de asignación de diputaciones, acusando a Morena de manipular los resultados para asegurar una mayoría injusta en el Congreso. La dirigencia de este partido prometió defender la pluralidad y el respeto al voto ciudadano ante lo que consideran un atentado contra la representatividad en el Congreso.
Ernesto Alarcón, coordinador del grupo parlamentario del PRI, no dudó en señalar la “evidente parcialidad” de los magistrados de la Sala Regional y expresó su esperanza de que la Sala Superior corrija lo que considera un error grave que afecta la integridad del proceso electoral.
Este fallo no solo determina la composición del próximo Congreso de la Ciudad, sino que también tiene implicaciones profundas para la gobernabilidad y la implementación de políticas en una de las ciudades más grandes y complejas del mundo. La capacidad de Morena para llevar a cabo su agenda depende en gran medida de la conformación del Congreso, y una mayoría calificada le daría un poder considerable para modificar leyes y políticas sin una negociación significativa con la oposición.
Los partidos de oposición han dejado claro que agotarán todos los recursos legales disponibles para impugnar y revertir lo que consideran un fallo injusto. La batalla legal que se avecina en la Sala Superior del TEPJF no es solo un enfrentamiento por escaños en el Congreso, sino un enfrentamiento fundamental sobre los principios de justicia electoral, representación equitativa y democracia en México.
La decisión que tome la Sala Superior será crucial, no solo para los partidos políticos involucrados, sino para el futuro político y la estabilidad de la Ciudad de México. Con la fecha de toma de posesión de los nuevos legisladores acercándose rápidamente, la presión sobre el TEPJF para emitir un fallo es alta, y los ojos de la nación están puestos en este importante proceso judicial.