19 septiembre, 2024

 

El robo de cable de cobre en el Sistema de Transporte Colectivo (STC)  sigue siendo un problema, a pesar de los esfuerzos por reforzar la seguridad. Entre enero y marzo de 2024, se sustrajeron 873 metros de cable en las Líneas 2, 3, 5 y B, según datos obtenidos a través de solicitudes de transparencia; este delito, que afecta a la infraestructura como a la operación del Metro, continúa desafiando las estrategias implementadas por las autoridades.

 

Uno de los principales esfuerzos para combatir este fenómeno ha sido la presencia de elementos de la Guardia Nacional, pero en los talleres del Metro en Ticomán, ubicado en la alcaldía Gustavo A. Madero, se observó una disminución en la presencia de guardias de seguridad en comparación con el año pasado, cuando ocho elementos federales reforzaban la seguridad en el acceso.

 

Esta reducción en la presencia de seguridad también se ha notado en andenes y pasillos de las estaciones del Metro. En 2022, la Línea 3 contaba con una notable presencia de elementos de la Guardia Nacional, con hasta diez personas en algunos puntos clave, sin embargo en estaciones como La Raza y Deportivo 18 de Marzo, en 2024 se observó un promedio de solo cinco elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).

 

Incidencias a la baja, pero el problema persiste

En 2023, el Metro reportó el robo de un total de 2,558 metros de cable de cobre, con las Líneas 2, 3, 5, 12, A y B como las más afectadas. Según la Gerencia de Seguridad Institucional del STC, se han interpuesto denuncias ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México para intentar frenar esta problemática. A pesar de los esfuerzos, la situación no ha sido completamente controlada.

 

 

El director del Metro, Guillermo Calderón, informó en febrero del año pasado que, entre 2019 y los dos primeros meses de 2023, se habían robado 14,500 metros de cable de cobre de las instalaciones del sistema, lo que equivale a más de 14 kilómetros. Calderón descartó la participación de trabajadores en estos robos, señalando a bandas del crimen organizado como los responsables.

 

Modus operandi y medidas de seguridad

El modus operandi de estos robos incluye el ingreso a las instalaciones del Metro a través de registros externos, principalmente en las Líneas 1, 2 y 3. Estos puntos de acceso están ubicados en la vía pública, donde se han identificado cortes en la malla ciclónica que protege las instalaciones.

 

Para enfrentar el problema, en 2023 se desplegaron 5,940 elementos de la Guardia Nacional en las 12 líneas del Metro, incluyendo andenes y áreas estratégicas. A pesar de estos esfuerzos, el problema del robo de cable persiste, afectando no solo la seguridad del sistema, sino también la calidad del servicio para millones de usuarios diarios.

 

Este fenómeno resalta la necesidad de continuar fortaleciendo las medidas de seguridad y buscar nuevas estrategias que permitan frenar este delito que impacta de manera significativa el funcionamiento del Metro de la Ciudad de México.