19 septiembre, 2024

 

En temporada electoral los partidos políticos acuden a las zonas más populares para pedir su apoyo, pero cuando estas colonias están en desastre, los políticos se olvidan de ellas, esta es la situación en Chalco, Estado de México, que se ha convertido en un punto de inflexión para la administración de la gobernadora Delfina Gómez.

 

Tras casi tres semanas de inundaciones crónicas, los residentes de Chalco enfrentan condiciones de vida desesperadas, rodeados de heces fecales, orina y basura, sin una respuesta efectiva de las autoridades estatales ni federales, lo que ha provocado un creciente descontento entre los afectados.

 

Cada año, durante la temporada de lluvias, Chalco sufre inundaciones, un problema que no es nuevo ni desconocido para los gobernantes del Estado de México, sin embargo, la situación actual ha exacerbado la frustración pública hacia la gobernadora Delfina Gómez y otros líderes de la Cuarta Transformación, quienes prometieron ser diferentes y más eficaces que sus predecesores del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

 

Respuesta de Delfina Gómez

La gobernadora, que sólo apareció en el área afectada después de que el problema se hiciera viral en los medios de comunicación, ha sido criticada por su tardía respuesta y la falta de medidas preventivas efectivas. La atención mediática, ha puesto al descubierto las indignantes condiciones en las que viven los habitantes de Chalco.

 

La situación en Chalco podría tener serias repercusiones políticas para Gómez y su partido, Morena, que obtuvo una victoria aplastante en las recientes elecciones gubernamentales. Los ciudadanos afectados ahora cuestionan su decisión de apoyar a un partido que, en su opinión, ha fallado en proporcionar soluciones básicas y atención en momentos de crisis.

 

Los residentes de Chalco se sienten abandonados por aquellos que prometieron proteger sus intereses. “Vivimos en condiciones inhumanas, y nuestras quejas parecen caer en oídos sordos. Esperábamos más de una administración que prometió priorizar a los pobres”, comentó un residente local, reflejando el sentimiento de traición.

 

En respuesta a la crisis, se han implementado algunas medidas como la instalación de plantas potabilizadoras y la entrega de alimentos y medicinas. Sin embargo, estos esfuerzos se perciben como insuficientes frente a la magnitud del problema. La acumulación de basura en los sistemas de drenaje ha sido identificada como una causa principal de las recurrentes inundaciones, lo que subraya la necesidad de una gestión de residuos más eficaz y de políticas de urbanismo más responsables.

 

El desafío para Delfina Gómez y su administración no es solo resolver la crisis inmediata, sino también demostrar que pueden implementar cambios estructurales que prevengan futuras catástrofes. Esto requerirá una combinación de planificación urbana inteligente, inversión en infraestructura y una mayor responsabilidad política.

 

La crisis en Chalco es un recordatorio de que la verdadera prueba de liderazgo se encuentra en la capacidad de un gobierno para responder en tiempos de emergencia y en su voluntad de implementar soluciones duraderas que protejan a los más vulnerables. Para la gobernadora Delfina Gómez y su equipo, el tiempo para actuar es ahora, antes de que la confianza pública se erosione completamente.