La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elevado el brote de viruela símica (mpox) en África a una emergencia de salud pública de importancia internacional. Según el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, esta medida se toma en respuesta al rápido aumento de casos y muertes registrados en la República Democrática del Congo y otros países africanos, y debido a la aparición de una nueva y más transmisible variante del virus.
Hasta la fecha, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África han confirmado más de 15,000 casos y 461 muertes en 2024, lo que refleja un aumento dramático del 160% en casos y un 19% en muertes en comparación con el año anterior. El brote, inicialmente concentrado en la República Democrática del Congo, ha traspasado fronteras nacionales, afectando también a países como Burundi, Ruanda, Kenia y la República Centroafricana.
Síntomas de la Viruela del Mono
Los infectados por la viruela símica o viruela del mono experimentan una serie de síntomas, comenzando típicamente con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, escalofríos y fatiga. Un distintivo de esta enfermedad es la inflamación de los ganglios linfáticos, seguido por erupciones cutáneas y ampollas que aparecen principalmente en la cara, manos, pies y en casos de esta nueva cepa, también en los genitales. Estas erupciones evolucionan pasando por varias fases hasta formar costras que finalmente se desprenden.
La transmisión del virus mpox ocurre principalmente de animales a personas y puede ser resultado del contacto directo con sangre, fluidos corporales o lesiones cutáneas de animales infectados. La transmisión de persona a persona, aunque menos común, puede suceder a través del contacto íntimo, incluyendo el contacto sexual, el contacto con lesiones cutáneas infectadas, o mediante materiales contaminados como ropa de cama.
El diagnóstico de mpox puede ser complicado debido a su similitud con otras enfermedades como varicela o sarampión. Se confirma mediante pruebas de laboratorio, incluyendo pruebas serológicas y moleculares, y el aislamiento del virus en cultivos. El tratamiento es principalmente sintomático y de apoyo, abordando el alivio del dolor y la fiebre, y previniendo infecciones secundarias. Los antivirales desarrollados originalmente para la viruela, como tecovirimat, también pueden ser eficaces, aunque se requiere más investigación para validar su uso en mpox.
La declaración de la OMS subraya la necesidad de una acción internacional coordinada para contener la propagación del virus y ayudar a los países afectados. Esta emergencia sanitaria internacional requiere que todos los países intensifiquen la vigilancia y la preparación frente a un virus que ha demostrado su capacidad para cruzar fronteras y afectar a poblaciones globalmente.
