Tom Cruise, siempre dispuesto a sorprender, demostró una vez más por qué es considerado uno de los actores más icónicos del cine. Durante la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de París 2024, Cruise protagonizó un momento espectacular que dejó a todos boquiabiertos y marcó el inicio de la cuenta regresiva hacia los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
El evento comenzó con Cruise observando desde las alturas del Estadio de Francia, listo para realizar un impresionante descenso. Amarrado a un arnés, el actor esperó mientras sonaba el himno nacional de Estados Unidos, interpretado por H.E.R., antes de lanzarse al vacío. Con su característico estilo, no dejó pasar la oportunidad de tomarse una selfie en plena acción, que rápidamente compartió en sus redes sociales.
Al llegar a tierra firme, Cruise fue recibido como un verdadero héroe por los deportistas presentes, quienes no perdieron la ocasión de saludarlo y tomarse fotografías con él. Posteriormente, tomó la bandera olímpica y se embarcó en una emocionante secuencia que lo llevó en moto por las calles de París, para finalmente abordar un avión de carga con destino a California.
Mientras tanto, la banda Red Hot Chili Peppers, conocida por su autenticidad y rechazo al playback, ofreció una actuación en vivo desde una playa californiana, interpretando su exitoso tema “Can’t Stop”. Esta performance destacó por la energía y el compromiso de la banda con su público, manteniéndose fieles a su promesa de no volver a usar pistas pregrabadas después de su experiencia en el Super Bowl de 2014.
El viaje de Cruise continuó hasta Los Ángeles, donde aterrizó para entregar la bandera olímpica al legendario velocista Michael Johnson. Jagger Eaton, medallista de plata en la reciente justa veraniega, fue el encargado de llevar la estafeta final en un escenario playero junto a los Red Hot Chili Peppers, quienes cerraron la ceremonia con una vibrante interpretación.
El evento también contó con la participación de Billie Eilish, Snoop Dogg y Dr. Dre, quienes representaron la rica cultura musical de la costa oeste californiana. Su presencia añadió un toque especial al cierre de los Juegos de París y marcó el inicio de una nueva era en la antesala de Los Ángeles 2028.