La región de Huasca de Ocampo, en Hidalgo, ha sido reconocida por su belleza natural y ahora suma un nuevo logro: Peña del Aire ha sido certificada como el primer Parque Internacional de Cielo Oscuro en México. Este distintivo, otorgado por la organización internacional DarkSky, subraya la importancia de conservar nuestros cielos estrellados y coloca a Hidalgo en el mapa mundial de destinos astronómicos.
El anuncio fue realizado por Miguel Torruco Marqués, titular de la Secretaría de Turismo del Gobierno de México, y Elizabeth Quintanar Gómez, encargada de la política turística en Hidalgo, durante una visita de inspección a la región. Torruco Marqués destacó el compromiso de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador con la promoción del turismo como herramienta de reconciliación social.
“A lo largo de esta administración, se ha mantenido una intensa actividad en la entidad hidalguense, fortaleciendo así al Pueblo Mágico de Huasca de Ocampo, entre otros de esta entidad, en cumplimiento de la instrucción de hacer del turismo una herramienta de reconciliación social”, señaló Torruco Marqués.
Elizabeth Quintanar Gómez explicó que la certificación fue el resultado de una ardua colaboración entre la delegación mexicana de DarkSky, los gobiernos federal y estatal, y la comunidad local. “Hidalgo es un crisol de proporciones inimaginables en riqueza natural, hemos sido privilegiados con espacios únicos e irrepetibles, en comparación con cualquier punto cardinal de nuestro planeta”, comentó Quintanar Gómez.
DarkSky, fundada en 1988, es la autoridad internacional en materia de contaminación lumínica. Su iniciativa más reconocida es el Programa de Parques de Cielo Oscuro, cuyo principal objetivo es la preservación de las noches estrelladas frente a la contaminación lumínica. Con la certificación de Peña del Aire, Hidalgo se une a los 125 parques en el mundo que cuentan con este distintivo.
Impacto en la comunidad y el turismo
La certificación de Peña del Aire no solo destaca la belleza natural del lugar, sino que también tiene implicaciones significativas para la comunidad local y el turismo en la región. La designación como Parque Internacional de Cielo Oscuro atraerá a astrónomos, fotógrafos y turistas de todo el mundo interesados en la observación de estrellas y la astrofotografía.
Miguel Torruco Marqués subrayó la importancia de este logro para el turismo y la conservación ambiental en México. “Este distintivo no solo pone a Hidalgo en el mapa mundial de destinos astronómicos, sino que también refuerza nuestro compromiso con la sostenibilidad y la protección de nuestro patrimonio natural”, afirmó.
Elizabeth Quintanar Gómez destacó el valor educativo y cultural del Parque de Cielo Oscuro. “Este es un reconocimiento a los esfuerzos de nuestra comunidad y una oportunidad para educar a las futuras generaciones sobre la importancia de preservar nuestros cielos nocturnos”, comentó.
Peña del Aire, ubicada en el municipio de Huasca de Ocampo, es conocida por su impresionante mirador que ofrece vistas panorámicas del valle y las montañas circundantes. Los visitantes pueden disfrutar de noches despejadas y cielos llenos de estrellas, una experiencia que pocas veces se puede vivir en las áreas urbanas debido a la contaminación lumínica. Esta oportunidad de conectarse con la naturaleza y el cosmos es un atractivo adicional que seguramente atraerá a más turistas y amantes de la astronomía a la región.
El impacto de la contaminación lumínica
La contaminación lumínica es un problema creciente en las áreas urbanas de todo el mundo. Este tipo de polución se origina cuando se introduce luz artificial innecesaria o inadecuada en el entorno natural. En ciudades como la Ciudad de México, los niveles de contaminación lumínica son tan elevados que resulta difícil observar con claridad las estrellas, los planetas e, incluso, nuestra galaxia.
La doctora Ana María Cetto Kramis, investigadora de Física en la UNAM y fundadora del proyecto Luces sobre la Ciudad, recuerda cómo la visibilidad del cielo nocturno ha disminuido con el tiempo. “Recuerdo que, de pequeña, podía ver las constelaciones en el cielo de la Ciudad de México y también la Vía Láctea. Ahora hay jóvenes que nunca la han visto o no saben lo que es”, comenta.
El impacto ambiental de la contaminación lumínica es amplio. Afecta no solo la visibilidad del cielo nocturno, sino también la salud humana y la biodiversidad. Héctor Antonio Solano Lamphar, investigador de la Academia Eslovaca de Ciencias y experto en contaminación lumínica, explica que la polución lumínica está asociada con el insomnio, problemas de salud mental y daños a la biodiversidad. Esta certificación refuerza los esfuerzos de conservación ambiental en la región. La reducción de la contaminación lumínica no solo mejora la visibilidad del cielo nocturno, sino que también beneficia a la fauna nocturna y contribuye a la sostenibilidad del ecosistema local.