Tras los festejos de Año Nuevo, es probable que más de uno se haya despertado este lunes enfrentándose a una realidad temida: la temida resaca. Frente a este común trastorno, muchos se preguntan si la ciencia ha encontrado una cura efectiva para aliviar los síntomas que incluyen dolor de cabeza, náusea y sensibilidad a la luz y el ruido.
Aunque todos hemos escuchado consejos variados, desde aspirinas hasta alimentos fritos, la realidad es que la ciencia aún no ha proporcionado una solución concluyente para este malestar. Los científicos, centrados en abordar el abuso del alcohol, sugieren que la mejor manera de evitar la resaca es beber con moderación o, mejor aún, abstenerse por completo.
Si ya te enfrentas a la resaca, la única opción es esperar a que tu cuerpo metabolice el alcohol y lo elimine. Mientras tanto, aquí te ofrecemos algunos consejos que podrían ayudarte a sentirte mejor o, al menos, a no empeorar la situación.
Deshidratación: Las bebidas alcohólicas, al contener etanol, causan deshidratación al aumentar la producción de orina. Para mitigar este efecto, es esencial beber mucha agua. Aunque algunos juran por la eficacia de la cola o el café, los expertos advierten que la cafeína también contribuye a la deshidratación, por lo que es mejor evitarla.
Fritangas: Tras una noche de copas, se sugiere consumir alimentos ricos en carbohidratos, como pan o tortillas en México, para acelerar el metabolismo y eliminar rápidamente el alcohol. Sin embargo, los expertos advierten que el sistema digestivo está sensible, por lo que grasas como las presentes en salchichas o tacos mexicanos podrían causar indigestión.
Analgésicos: El consumo de analgésicos como aspirina e ibuprofeno se debe evitar, ya que podrían irritar un estómago ya bajo presión. El paracetamol también pone a trabajar al hígado, que ha estado metabolizando el etanol durante la noche. Si se necesitan analgésicos, es recomendable tomarlos con moderación.
A pesar de numerosos consejos populares, un estudio reciente no encontró evidencia convincente de que ninguna intervención, ya sea convencional o complementaria, sea efectiva para tratar o prevenir la resaca. La conclusión: dejar que el cuerpo se cure a sí mismo y aprender la lección de moderación para la próxima celebración. ¡Recupérate con paciencia y bienestar!