28 septiembre, 2024

En la alcaldía Gustavo A. Madero (GAM), un persistente olor a combustible ha inquietado a los residentes de colonias como Cuchilla del Tesoro, CTM Aragón y Narciso Bassols. Este fenómeno, como confirmó recientemente el director general de Pemex Logística, Javier González del Villar, es resultado del “mal uso” por parte de huachicoleros que han dejado abierta la toma clandestina de turbosina.

 

Según el funcionario, se descubrieron tres tomas clandestinas que, tras ser abandonadas, una que quedó abierta causó la dispersión del olor a combustible en la zona. González del Villar explicó que este incidente surgió del turbosinoducto que corre 27 kilómetros desde la Terminal de Almacenamiento de Azcapotzalco hasta el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. A pesar de la gravedad inicial del incidente, aseguró que actualmente no hay riesgo para los residentes.

 

En respuesta a la alarma social generada, Pemex ha tomado varias medidas de contención y seguridad. El director aseguró que la integridad del ducto ha sido garantizada a través de diversas pruebas realizadas por personal especializado de Pemex. Además, se ha trabajado en el saneamiento del suelo, incluyendo el levantamiento y sustitución de tierra contaminada por nueva, con un avance reportado del 65% en la limpieza de los drenajes de las áreas afectadas.

 

Sin embargo, estas explicaciones no han sido suficientes para apaciguar las preocupaciones de los vecinos afectados. En una reunión con Myriam Urzúa, titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC), los residentes expresaron su descontento y exigieron documentos que confirmen la seguridad de la situación, así como una fecha precisa para la conclusión de los trabajos de limpieza. Un vecino expresó su frustración diciendo: “Usted nos dice eso, y se va muy campante y tranquilo a su casa, cuando nosotros somos los que tenemos el problema”.

 

Los esfuerzos para eliminar el olor continúan, con Myriam Urzúa señalando que el olor que aún perciben los vecinos, aunque mínimo, es producto de las recientes lluvias en la zona. Se espera que en un par de semanas la limpieza esté completamente finalizada y el olor desaparezca por completo.

 

El incidente en GAM es un recordatorio del riesgo persistente que representan las tomas clandestinas de combustible, no solo en términos de seguridad pública sino también en cuanto a la salud ambiental. Resalta la necesidad de políticas más robustas y de una vigilancia continua para prevenir estos incidentes que no solo afectan la infraestructura crítica sino también la calidad de vida de los ciudadanos.

 

Este caso también subraya la importancia de la transparencia y la comunicación efectiva entre las autoridades y la población afectada. La confianza en las medidas gubernamentales depende en gran medida de la percepción pública de eficacia y responsabilidad, elementos que deben ser fortalecidos en futuras gestiones de crisis.