Un avión militar que transportaba al vicepresidente de Malaui, Saulos Chilima, y otras nueve personas, desapareció este lunes, según informó la oficina presidencial. La aeronave partió de la capital, Lilongüe, con destino al aeropuerto internacional de Mzuzu, a unos 370 kilómetros al norte, pero nunca llegó a su destino.
La desaparición ocurrió aproximadamente 45 minutos después del despegue, cuando las autoridades aéreas perdieron contacto con el avión. Según un comunicado de la oficina del presidente de Malaui, Lazarus Chakwera, el avión “salió del radar” y no se ha tenido noticias desde entonces.
El presidente Chakwera ha ordenado una operación inmediata de búsqueda y rescate para localizar la aeronave. Además, canceló un viaje previsto a las Bahamas para supervisar personalmente los esfuerzos de búsqueda. La secretaria del Presidente y del Gabinete, Colleen Zamba, informó que hasta el momento todos los intentos de contactar con el avión han fracasado.
Según fuentes de prensa, el vicepresidente Chilima viajaba a Mzuzu para asistir al funeral del exfiscal general y ministro de Justicia, Ralph Kasambara, quien fue encontrado muerto en un hotel en Lilongüe el pasado viernes.
Malaui, un país sin salida al mar en el sureste de África, enfrenta una economía mayoritariamente agrícola y numerosos desafíos. En septiembre pasado, el presidente Chakwera fue criticado por la oposición y organismos de derechos humanos por un acuerdo con Israel, en el contexto de la guerra en Gaza, que incluía el envío de 221 jóvenes malauíes a Israel para trabajos que los locales se negaban a realizar. Este acuerdo se produjo a cambio de una contribución de 60 millones de dólares de Tel Aviv para el “apoyo a la recuperación económica de Malaui“.
La desaparición del avión con el vicepresidente Saulos Chilima ha generado gran preocupación en el país y ha movilizado todos los recursos disponibles para la búsqueda. La comunidad internacional también está pendiente del desarrollo de esta situación crítica.
El esfuerzo de búsqueda continúa mientras las autoridades malauíes trabajan para localizar el avión y garantizar la seguridad de todos los ocupantes. La nación espera con esperanza y temor noticias sobre el paradero del vicepresidente y las personas que lo acompañaban.