En una decisión controversia para la política de la Ciudad de México, el Consejo General del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) aprobó un acuerdo modificado que beneficia significativamente a Morena y sus aliados. El nuevo acuerdo, que ajusta la distribución de 32 diputaciones plurinominales, otorga a Morena siete curules más de las proyectadas inicialmente, acercándolos a un escaño de la mayoría calificada en el Congreso capitalino.
El proyecto original asignaba a Morena solo dos diputaciones plurinominales, mientras que el PAN recibiría 11, el PVEM cinco, el PRI cuatro, el PT cuatro, Movimiento Ciudadano cuatro y el PRD dos, sin embargo, la situación cambió drásticamente durante la sesión del Consejo General, gracias a una serie de movimientos estratégicos por parte de los legisladores de Morena.
Durante la sesión, que se extendió desde la noche del sábado hasta la mañana siguiente tras un receso, se presentaron siete escritos de diputados y diputadas de Morena electos por mayoría relativa. Estos legisladores, entre ellos Víctor Varela, Alejandro Carbajal, Israel Moreno y Gerardo Villanueva, solicitaron su incorporación al PT y al PVEM. Esta maniobra eliminó la subrepresentación de Morena, permitiendo que el partido accediera a siete diputaciones plurinominales adicionales.
El acuerdo modificado, que fue aprobado con los votos en contra de las consejeras Carolina del Ángel y Érika Estrada, asignó diputaciones plurinominales bajo la siguiente distribución:
- Morena 9
- PAN 9
- PVEM 4
- PRI 3
- PT 3
- MC 3
- PRD 1
Este resultado eleva la representación de Morena, el PT y el PVEM a 43 legisladores en total, quedándose a solo un diputado para alcanzar la mayoría calificada, que requiere 44 de los 66 integrantes del Congreso.
Las representaciones de los partidos de oposición, al ver el nuevo acuerdo como un intento de otorgar a Morena una representación desproporcionada, abandonaron la sesión en señal de protesta. Argumentaron que la decisión buscaba darle a Morena una ventaja artificial que no reflejaba los resultados reales obtenidos en las urnas.
El consejero Ernesto Ramos, justificando su voto a favor del acuerdo, expresó que no podían ignorar los documentos presentados. “En caso de duda voy a irme por reconocer el derecho de estas personas. Si los escritos son falsos, se caerán en una impugnación en dos minutos”, indicó.
La presidenta del IECM, Patricia Avendaño, subrayó que actuaron de “buena fe” con respecto a los escritos presentados. Por otro lado, la consejera Érika Estrada criticó duramente la decisión, señalando que los consejeros no tienen la autoridad para decidir el grupo parlamentario de los diputados, y por ello votó en contra del acuerdo modificado.