El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha reiterado que la única manera de poner fin a la guerra con Hamas es mediante la destrucción completa de sus capacidades militares y de gobierno. Esta declaración sigue a una propuesta del presidente estadounidense, Joe Biden, que sugirió un alto el fuego permanente, algo que Netanyahu calificó como “imposible” sin cumplir con las condiciones de Israel.
Israel mantiene su postura firme: la guerra no terminará hasta que se destruyan las capacidades militares y de gobierno de Hamas, que se liberen todos los rehenes y se garantice que Gaza ya no representa una amenaza. Estas condiciones fueron reafirmadas por la oficina del primer ministro en respuesta a la propuesta de Biden.
El presidente Biden anunció un plan que busca liberar a unos 100 rehenes y los cuerpos de unos 30 más a cambio de un alto el fuego prolongado. Aunque Biden afirmó que Hamas ya no puede llevar a cabo ataques a gran escala, Israel insiste en que cualquier alto el fuego permanente debe seguir las condiciones establecidas.
Las operaciones militares israelíes continúan en Gaza, con tropas operando en partes centrales de la ciudad de Rafah. Este avance ha llevado a alrededor de un millón de palestinos a abandonar sus hogares y ha complicado las operaciones humanitarias. El Programa Mundial de Alimentos ha descrito las condiciones en Gaza como “horribles y apocalípticas”.
Las familias de los rehenes israelíes han instado a aceptar la propuesta de Biden, argumentando que el tiempo se está agotando; sin embargo, se enfrentaron a una reunión tensa con el asesor de seguridad nacional de Israel, Tzachi Hanegbi, quien indicó que no hay un plan B y que la guerra podría continuar otros siete meses para desmantelar las capacidades de Hamas.
La propuesta de Biden incluye tres fases:
- Un alto el fuego completo y la retirada de fuerzas israelíes
- La liberación de todos los rehenes vivos
- La reconstrucción de Gaza.
Aunque Hamas ha expresado un interés positivo en la propuesta, Israel se mantiene firme en sus condiciones, dejando en claro que la seguridad y la eliminación de amenazas son prioridades innegociables.
Funcionarios de Egipto, Estados Unidos e Israel se reunirán en El Cairo para discutir el cruce de Rafah, una vía principal para la entrada de ayuda a Gaza. Egipto ha mantenido su lado del cruce cerrado, insistiendo en que los palestinos retomen el control antes de permitir el paso de ayuda.
La situación en Gaza sigue siendo crítica, con un alto número de víctimas y desplazados. La comunidad internacional observa de cerca los desarrollos, mientras las conversaciones para un alto el fuego y la liberación de rehenes continúan.
