22 noviembre, 2024

El Templo de la Inmaculada Concepción de Tlaxcoaque, un emblemático edificio histórico situado en la Plaza Tlaxcoaque, ha sido blanco de actos vandálicos. La parte baja de esta edificación, ubicada en la esquina de Fray Servando Teresa de Mier y 20 de Noviembre en el corazón de la Ciudad de México, ha sido cubierta con grafitis, generando un fuerte sentimiento de indignación y tristeza entre los vecinos y visitantes.

 

Javier, un comerciante del Centro Histórico que frecuenta la plaza, expresó su pesar: “Yo llevo viniendo seis meses y desde que llegué así ha estado, y es triste porque es nuestro patrimonio”. Sus palabras reflejan el sentir de muchos que ven cómo uno de los sitios históricos de la ciudad se encuentra en un estado de abandono y deterioro.

 

El coordinador general de la Autoridad del Centro Histórico, José Manuel Oropeza, informó que ya se están gestionando los trabajos de recuperación del templo. “Está en proceso de recuperación lo que grafitearon”, afirmó Oropeza.

 

Aunque no se ha definido una fecha exacta para el inicio de las reparaciones, el funcionario señaló que el seguro de la capilla está gestionando los daños y encargándose de las reparaciones necesarias.

 

Plaza Tlaxcoaque, inaugurada en 1937, es un espacio que además del Templo de la Inmaculada Concepción, cuenta con una fuente, jardineras y el Monumento a Jodyalí, dedicado a las víctimas del conflicto en Azerbaiyán en 1992; sin embargo, este lugar histórico enfrenta actualmente un problema adicional: alrededor de diez personas en situación de calle utilizan las estructuras de la plaza para acampar, utilizando cartones y cajas de verduras.

 

La fuente en la entrada de la plaza ha sido convertida en un improvisado baño y lavandería por estas personas, quienes cuelgan su ropa en la placa del Monumento a Jodyalí y en la estatua. El espacio que alguna vez fue un punto de recreación, ahora está lleno de ropa, calzado, basura y cajas de cartón, creando un ambiente de desolación y descuido.

 

A pesar de estas condiciones, la Plaza Tlaxcoaque sigue atrayendo a turistas y familias que buscan refrescarse en la fuente durante los días de intenso calor en la ciudad.

 

Un padre de familia que visitaba la plaza comentó: “Para refrescarnos un poco y traer a la familia, casi siempre está funcionando esta fuente y nos queda cerca”. Este testimonio subraya la importancia de la plaza como un espacio de esparcimiento y convivencia, a pesar de su deterioro.

 

La situación de la Plaza Tlaxcoaque y el Templo de la Inmaculada Concepción es un reflejo de la necesidad urgente de atención y acción por parte de las autoridades y la comunidad.

 

La recuperación de estos espacios no solo es vital para preservar el patrimonio histórico de la Ciudad de México, sino también para devolver la dignidad y funcionalidad a un lugar que aún sirve como punto de encuentro y recreación para muchas personas.