En una movilización masiva que marcó el Día Internacional del Trabajo, entre 80 mil y 100 mil miembros de diversas organizaciones sindicales y gremios marcharon a través del Centro Histórico de la Ciudad de México. El evento estuvo caracterizado por reclamos al gobierno federal, destacando la demanda para terminar con la práctica del outsourcing, la necesidad de mejorar las condiciones laborales y el acceso a servicios de salud dignos.
Los participantes, que incluyeron al Sindicato Mexicano de Electricistas, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), y representantes del gremio minero liderado por Napoleón Gómez Urrutia, marcharon pacíficamente desde el Hemiciclo a Juárez al Zócalo; el cual, fue desprovisto de la monumental Bandera Nacional, un gesto del gobierno que fue criticado por los líderes sindicales como un signo de desdén hacia los trabajadores.
Las demandas de los manifestantes fueron claras y contundentes. Solicitaron la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales con dos días de descanso por cada cinco días trabajados, y un sistema de salud comparable al de países como Dinamarca, con tiempos de espera reducidos para citas y cirugías en instituciones como el IMSS e ISSSTE.
Humberto Gual, secretario general de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA), expresó su decepción por la falta de compromisos concretos hacia los trabajadores por parte de los candidatos presidenciales, especialmente en un momento tan crucial como el actual proceso electoral en México. “No nos van a engañar con falsas promesas, hoy sí queremos compromisos reales”, afirmó Gual.
Por su parte, Pedro Hernández Morales, líder de la CNTE, anunció un paro indefinido a partir del 15 de mayo, exigiendo respuestas efectivas y sin dilaciones por parte del gobierno a sus demandas, que incluyen un aumento salarial del 100%, seguridad social mejorada, y la abrogación de la reforma del ISSSTE de 2007 para garantizar una jubilación digna para todos los trabajadores.
Mientras tanto, Martín Esparza, líder del Sindicato de Electricistas, criticó la persistencia del outsourcing en México, incluso después de las reformas laborales promovidas por el actual gobierno, señalando que muchas dependencias e instituciones públicas aún recurren a este modelo de contratación.
El evento también contó con la asistencia de otros sindicatos como STUNAM, SITUAM, Sutnotimex y los empleados del Monte de Piedad, del Instituto Nacional de Migración, INBA, y de Colegios de Bachilleres, todos unidos en la demanda por mejores condiciones laborales y el fin del outsourcing.
La Secretaría de Gobierno estimó la participación de unas 80 mil personas, subrayando la magnitud y la importancia de la movilización.