El pasado domingo 14 de abril, la tranquilidad de la alcaldía Coyoacán en la Ciudad de México se vio interrumpida por un trágico accidente: la caída de un helicóptero que resultó en la muerte de tres personas, incluido el piloto, Armando Cervantes, y dos pasajeros de nacionalidad coreana. El helicóptero, operado por la empresa turística Let’s Fly, se estrelló en un inmueble utilizado como taller mecánico.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) ha estado activamente involucrada en la investigación del siniestro. Informes preliminares sugieren que un fallo en la liberación del hidrocarburo de la aeronave pudo haber causado una mezcla reactiva y volátil, llevando a un incendio que desembocó en la catástrofe.
El capitán Armando Cervantes, que perdió la vida en el accidente, contaba con una licencia vigente de Piloto Comercial de Helicóptero hasta el 2025 y una constancia de aptitud psicofísica vigente hasta julio de 2024. Cervantes, quien llevaba trabajando como piloto comercial desde 2013, era conocido afectuosamente como “Capi” por sus amigos y colegas, quienes han expresado su dolor y sorpresa ante este inesperado evento.
Además de establecer las causas del accidente, la FGJCDMX ha realizado dictámenes de valuación de los daños ocasionados tanto a vehículos en la zona como al inmueble afectado. Asimismo, se están revisando las bitácoras de vuelo para confirmar la identidad de las víctimas y esclarecer las circunstancias que rodearon el trágico suceso.
El siniestro no solo ha afectado a las familias de las víctimas, a quienes se les está proporcionando asistencia jurídica y apoyo emocional a través de células multidisciplinarias de la Coordinación General de Atención a Víctimas, sino que también ha generado una revisión crítica de las medidas de seguridad en vuelos turísticos en la región.
La comunidad y los profesionales de la aviación esperan ahora respuestas claras y medidas correctivas para prevenir futuros incidentes en un sector que muchos utilizan tanto por negocios como por placer, subrayando la importancia de mantener rigurosos estándares de seguridad y regulación en la industria aeronáutica.