Xóchitl Gálvez, abanderada de la Oposición con la coalición Fuerza y Corazón por México, afirmó que de llegar a la Presidencia, podría colocar a una mujer al frente de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y llevarse a la ex titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT) Raquel Buenrostro para Hacienda y Crédito Público.
En la carrera hacia las elecciones de junio de 2024, la candidata del PRI-PAN-PRD, ha hecho una declaración audaz: comprometerse a nombrar a la primera mujer al frente de las Fuerzas Armadas de México si resulta electa. Este anuncio no solo rompería con las tradiciones en un ámbito predominantemente masculino, sino que también subraya la defensa de Gálvez por los derechos de las mujeres en un país marcado por desafíos de género.
Durante un evento en la Ciudad de México, Gálvez resaltó su visión de un gabinete con mujeres capacitadas y decididas, abogando por una participación activa y crítica en su administración. La propuesta de colocar a una mujer en la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) refleja su deseo de fomentar la igualdad de género en todos los niveles de gobierno, desafiando las normas establecidas y promoviendo la diversidad en la toma de decisiones.
La candidata también ha mostrado apertura a la continuidad en el gobierno, sugiriendo que podría mantener en su equipo a funcionarios competentes de la administración actual, independientemente de sus afiliaciones políticas. Esto señala un enfoque pragmático hacia la gobernanza, centrado en la habilidad y experiencia más que en la política partidista.
Con una agenda que promueve activamente los derechos de las mujeres, Gálvez ha planificado eventos específicos para abordar estos temas, como su próxima visita al Estado de México, una región particularmente afectada por la violencia de género. Sus propuestas incluyen la creación de líneas de ayuda para mujeres, reformas judiciales para prevenir la revictimización, y programas de apoyo económico y de salud dirigidos a mejorar la vida de las mexicanas.
En un encuentro reciente con líderes religiosos, Gálvez discutió la libertad de expresión y el papel de la iglesia en la sociedad, reflejando su enfoque en un amplio espectro de asuntos nacionales, desde la defensa y los derechos de las mujeres hasta la relación entre el estado y las instituciones religiosas.
La propuesta de Gálvez de nombrar a la primera mujer al frente de la SEDENA representa un cambio potencialmente transformador en el panorama político y social de México. Se posiciona como un acto simbólico y práctico de empoderamiento femenino, y destaca la importancia de la inclusión y la igualdad en el liderazgo nacional. Con la mira puesta en las elecciones de 2024, esta propuesta podría ser un paso significativo hacia un cambio estructural en la forma en que México aborda la igualdad de género y la diversidad en sus instituciones más importantes.
