El exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, ha comenzado una huelga de hambre en la cárcel de Guayaquil, protestando por su reciente detención. La información fue confirmada por su abogada, Sonia Vera, quien logró comunicarse con Glas a través de una videollamada. Durante esta llamada, Glas expresó su descontento con las circunstancias de su arresto y agradeció el apoyo del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, destacando que, aunque el asilo no le otorgó libertad, sí le proporcionó la dignidad de ser reconocido como un perseguido político.
Glas, que ya cuenta con dos sentencias previas por corrupción y enfrenta nuevos cargos, fue detenido el viernes después de una operación policial en la embajada de México en Quito, donde se había refugiado desde diciembre. En su comunicación, Glas describió un trato severo durante su captura, alegando que fue víctima de maltrato físico por parte de las autoridades, lo cual le impidió incluso mantenerse de pie. Según relató, existen dos videos que documentan el trato recibido durante su detención, uno de los cuales muestra la gravedad de su estado post-arresto, comparando la situación con prácticas de épocas dictatoriales.
Esta huelga de hambre de Glas resalta la tensión y controversia en torno a su figura política, marcando un nuevo capítulo en la larga saga judicial y política que ha caracterizado su carrera en los últimos años. Con este acto, Glas busca llamar la atención nacional e internacional sobre lo que considera una persecución política y un tratamiento inhumano en su contra.