En el marco de la conmemoración del 105 aniversario luctuoso de Emiliano Zapata, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, se unió al Presidente Andrés Manuel López Obrador en una ceremonia celebrada en Palacio Nacional. Durante el evento, se destacó la relevancia de los ideales y el legado del líder revolucionario, resaltando su vigencia en la actualidad.
Batres Guadarrama hizo hincapié en dos razones fundamentales por las que considera que la figura de Zapata sigue presente después de más de un siglo: su excepcional lealtad hacia el pueblo y su representación política, ideológica y cultural de la fuerza de la comunidad indígena a lo largo de la historia. El Jefe de Gobierno enfatizó la integridad y la dedicación de Zapata a la defensa de los derechos agrarios, señalándolo como un líder confiable, incorruptible e incoptable.
“Zapata no buscaba acomodarse, no le interesaba una posición, ni siquiera pretendía el poder político en los términos revolucionarios generales; tampoco tenía aspiraciones materiales, no deseaba una hacienda, una fortuna personal, luchaba por la tierra para los demás, eso hizo de Zapata el liderazgo más puro de la Revolución”, expresó Batres Guadarrama.
El mandatario capitalino resaltó que tras la muerte de Zapata en 1919, su figura se convirtió en un símbolo de lucha y resistencia campesina, siendo adoptada por diversas organizaciones campesinas, estudiantiles, políticas y populares. Nombres como Felipe Carrillo Puerto y Rubén Jaramillo han continuado su legado, llevando adelante las causas que Zapata defendió durante su vida.
Además, la influencia de Zapata se ha extendido al ámbito artístico, inspirando a grandes del muralismo como Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, así como a artistas plásticos como Arnold Belkin, Fermín Revueltas, Jorge González Camarena, Miguel Covarrubias y María Izquierdo. Su figura también ha llegado a plasmarse en bardas de barrios populares y en espacios estudiantiles, evidenciando su impacto cultural y social.
La ceremonia culminó con la participación de la banda Tlayacapan Morelos, considerada la agrupación más antigua de México debido a su continuidad y su histórica relación con Emiliano Zapata durante su lucha. La banda interpretó melodías como “Popurrí revolucionario” y “De Morelos es mi chata”, recordando así la música que acompañó al General Zapata en su lucha por los derechos del pueblo.
La conmemoración del 105 aniversario luctuoso de Emiliano Zapata en Palacio Nacional reafirmó la importancia histórica y el legado perdurable de este ícono de la Revolución Mexicana, cuyos ideales y lucha continúan inspirando a generaciones tanto en el ámbito político como en el artístico y cultural.
