5 julio, 2024

El Super Bowl más que un evento deportivo, se ha convertido en un fenómeno social global, atrayendo a audiencias masivas, sin embargo algunos artistas han optado por rechazar la oferta de participar en el espectáculo de medio tiempo, a pesar de sus innegables beneficios.

 

 

En 2017, Adele fue una de las primeras en declinar la oportunidad. Su decisión se basó en la creencia de que el espectáculo abarca aspectos que no coinciden con su visión artística, centrada exclusivamente en la música.

 

La banda Metallica, en 2016, también rechazó la oferta argumentando que su estilo musical no encajaba con la tradición del espectáculo de medio tiempo, que suele favorecer a artistas pop.

 

Rihanna inicialmente declinó en 2019 debido a la controversia en torno a la liga que congeló la carrera de Colin Kaepernick, pero cambió de opinión en 2023 tras la invitación que se hizo a cantantes afrodescendientes, marcando un nuevo precedente.

 

Cardi B, en solidaridad con Kaepernick, rechazó la oferta del mismo año que Rihanna. La rapera afirmó que prefería sacrificar el espectáculo en apoyo al mariscal de campo y su lucha por la justicia social.

 

Jay Z, sin especificar el año, también rechazó la invitación. La liga quería usar su presencia como gancho para otros artistas. Jay Z, fiel a sus principios, se negó y destacó que no aceptaría bajo esas condiciones.

 

Estas decisiones, aunque podrían haber significado un aumento en la visibilidad y ventas, demuestran que algunos artistas valoran sus principios y la coherencia con sus creencias más allá de las recompensas tangibles.

 

El Super Bowl LVIII, que se transmitirá este domingo, sigue generando expectación con la incertidumbre sobre la hora exacta del espectáculo del medio tiempo, debido a la variabilidad del tiempo de juego y las detenciones reglamentarias.