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Zonas incluyentes en la ciclovía de Tlalpan: trabajadoras sexuales no serán desplazadas

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La construcción de la nueva ciclovía sobre Calzada de Tlalpan, uno de los proyectos más ambiciosos de infraestructura ciclista en la capital, no solo transformará la movilidad en la zona: también incorporará “zonas incluyentes” que permitirán a las trabajadoras sexuales continuar con su actividad sin ser desplazadas.

El corredor abarcará entre 15 y 16 kilómetros, desde Tlaxcoaque hasta Periférico Sur, como parte del proyecto Gran Tenochtitlán. De acuerdo con la Secretaría de Obras y Servicios, en distintos tramos se habilitarán franjas especiales para ascensos, descensos y actividades diversas, donde también se reconoce la presencia histórica de trabajadoras sexuales.

El anuncio surge tras varias protestas realizadas en agosto, cuando sexoservidoras denunciaron que las obras las habían desplazado hacia el carril central de Tlalpan, exponiéndolas a riesgos viales y a la pérdida de clientes. Algunas reportaron una reducción de hasta 70 % en sus ingresos.

Frente a esta situación, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, instruyó establecer mesas de diálogo con colectivos de trabajadoras sexuales y vecinos, con el fin de diseñar un esquema que garantice seguridad, convivencia y derechos laborales.

Una medida con doble filo

Las “zonas incluyentes” no serán exclusivas para trabajadoras sexuales, sino espacios multifuncionales dentro de la ciclovía. Sin embargo, su incorporación busca reconocer una realidad social existente en la vialidad y evitar que este sector quede invisibilizado o expuesto a mayor violencia.

Mientras tanto, organizaciones vecinales han expresado dudas sobre cómo se garantizará la seguridad y convivencia en esos tramos, lo que abre un nuevo debate sobre el uso compartido del espacio público.

  • Mesas de trabajo con trabajadoras sexuales y residentes de la zona.

  • Definición de códigos de conducta y horarios para evitar conflictos con ciclistas y peatones.

  • Estrategia de seguridad coordinada con la SSC-CDMX para prevenir agresiones o accidentes.

La ciclovía de Tlalpan no solo será una obra de movilidad sustentable, sino también un laboratorio de inclusión social. Mientras ciclistas esperan un corredor seguro y continuo, trabajadoras sexuales luchan por mantener un espacio que garantice su subsistencia. El reto del gobierno capitalino será demostrar que ambas realidades pueden convivir sin poner en riesgo ni la seguridad ni los derechos de quienes transitan por la ciudad.

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