Opinión

Y sigue la mata dándo

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Por Ricardo Burgos Orozco
El hermoso estado de Sinaloa ya cumple nueve meses de violencia, crímenes, “levantados” y caos social por la guerra entre “los Chapitos” y “La Mayiza” con un resultado hasta ahora de más de mil 400 personas asesinadas y casi dos mil desaparecidos. Y la mata seguirá dando hasta no sabemos cuándo.

Mientras tanto, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, hace como que en su entidad no pasara nada; hace declaraciones con la total normalidad, asiste a eventos, inauguraciones, declara muy positivamente de la pujanza y el futuro de Sinaloa y de las inversiones que se están haciendo.

El mandatario estatal está viviendo su realidad mientras se acumulan las presuntas acusaciones de que Rocha Moya está en la lista de los narcopolíticos que Estados Unidos demanda para complacer la guerra de Trump contra el tráfico de estupefacientes en México.

Nada se ha comprobado hasta el momento, pero Rocha Moya seguramente no estará nada tranquilo con esas acusaciones, pero sus asesores o Palacio Nacional le sugirieron mantenerse incólume e indiferente ante lo que están sufriendo todos los días sus paisanos.

Según Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, en Sinaloa se han efectuado 21 acciones operativas en esa entidad con lo que se ha logrado aseguramientos históricos de drogas, incluyendo fentanilo y la detención de 29 personas generadoras de violencia, entre ellos se incluyen narcotraficantes de distinta importancia.

Sin embargo, por más “guerra” que diga García Harfuch que ha emprendido en contra de la violencia y los asesinatos en Sinaloa, no se ha notado ni la presencia de la Guardia Nacional, ni el Ejército, ni la policía. Todo está como hace nueve meses o, mejor dicho, el desorden y el caos se han incrementado en esa entidad.

García Harfuch ha declarado que en los operativos en Sinaloa han tomado parte elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional, de la Fiscalía General de la República y de la secretaría a su cargo, pero como si nada. No hay un día tranquilo en esa bella entidad del Pacífico Mexicano.

El rezago y la indiferencia de años atrás, e incluso la complacencia de Andrés Manuel López Obrador con el narco en Sinaloa, ha dado como resultado lo que está pasando. Lo peor es que muchos estados más están sufriendo de lo mismo, con masacres incluidas, aquellas que aseguraba el presidente anterior que ya no había.

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