El exboxeador Julio César Chávez Jr., hijo del legendario campeón mexicano, salió del penal de Hermosillo, Sonora, después de que un juez determinó que podrá enfrentar su proceso judicial en libertad. La decisión ocurre en medio de acusaciones por delincuencia organizada y tráfico de armas, supuestamente ligados al Cártel de Sinaloa.
Durante la audiencia, el juez decidió otorgarle la libertad condicional y estableció restricciones específicas:
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Le prohibió salir del país.
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Le ordenó presentarse periódicamente ante las autoridades.
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Amplió tres meses el plazo de la investigación para reunir más pruebas.
El abogado Rubén Fernando Benítez, defensor del exboxeador, afirmó que las acusaciones “carecen de sustento” y forman parte de lo que llamó “leyendas urbanas”.
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En julio, autoridades estadounidenses detuvieron a Chávez Jr. en Los Ángeles por proporcionar información falsa en su solicitud de residencia y considerarlo un riesgo para la seguridad pública.
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Posteriormente, lo deportaron a México, donde ya existía una orden de aprehensión desde 2023.
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Agentes de la Policía Federal Ministerial lo aseguraron en Nogales, Sonora, y lo trasladaron al CEFERESO de Hermosillo.
Posibles consecuencias legales
La Fiscalía General de la República (FGR) acusa a Chávez Jr. de mantener vínculos con células del Cártel de Sinaloa. Si lo declara culpable, un juez podría imponerle una sentencia de entre 4 y 8 años de prisión.
Por ahora, su defensa insiste en que el exboxeador enfrentará el proceso “con apego a derecho”, mientras su familia se mantiene en silencio.
Julio César Chávez Jr. pasó de los cuadriláteros a los tribunales, pero ahora enfrentará las acusaciones en libertad condicional. El caso sigue dividiendo a la opinión pública: algunos lo consideran víctima de un proceso mediático, mientras otros exigen que la justicia avance sin importar su apellido.